Uveítis: Qué es, causas, síntomas y tratamientos

uveítis

El ojo humano es probablemente uno de los órganos más importantes, complejos y delicados que existe, el cual también está sujeto a trastornos inflamatorios que pueden generar una afectación general, como lo es el caso de la uveítis.

Se trata de una inflamación de la capa media del ojo, la cual puede afectar áreas como la retina, iris, pars y más. Esto representa una amenaza a la visión del paciente e incluso en casos graves puede causar la pérdida completa y permanente de la vista.

Por ello aquí te decimos cómo identificarla, sus causas, tratamientos y todo lo que debes saber.

¿Qué es la uveítis?

La uveítis es una padecimiento inflamatorio de la capa media del ojo, la cual se encuentra situada entre la esclerótica por fuera y la retina por dentro.

Esta condición afecta al iris, cuerpo ciliar, la pars plana y/o la coroides del ojo. En ocasiones, por extensión, puede terminar por afectar también a la retina, y con ello provocar problemas visuales o de salud general.

Las señales de advertencia de la uveítis suelen aparecer de repente y empeorar con rapidez. Estos incluyen el enrojecimiento del ojo, dolor y visión borrosa.

Tipos de uveítis

Existen diferentes tipos de uveítis en el ojo las cuales se clasifican dependiendo de la zona que presenta la inflamación. Estas son:

  • La uveítis anterior afecta al interior de la parte frontal del ojo (entre la córnea y el iris) y al cuerpo ciliar. También se llama iritis y es el tipo más común de uveítis.
  • La uveítis intermedia afecta a la retina y a los vasos sanguíneos justo detrás del cristalino (pars plana) así como al gel del centro del ojo (humor vítreo).
  • La uveítis posterior afecta a una capa que está adentro de la parte posterior del ojo, ya sea la retina o la coroides.
  • La panuveitis se produce cuando todas las capas de la úvea se inflaman, desde el frente hasta la parte posterior del ojo.

Causas

En aproximadamente la mitad de todos los casos, la causa específica de la uveítis no está clara y el trastorno puede considerarse una enfermedad autoinmunitaria que solo afecta a uno o a los dos ojos. Si se puede determinar una causa, puede ser una de las siguientes:

  • Un trastorno autoinmunitario o inflamatorio que afecta a otras partes del cuerpo, como la sarcoidosis, la espondilitis anquilosante, el lupus eritematoso sistémico o la enfermedad de Crohn
  • Una infección, como la enfermedad del arañazo de gato, el herpes zóster, la sífilis, la toxoplasmosis o la tuberculosis
  • Efecto secundario del medicamento
  • Lesión o cirugía ocular
  • Muy excepcionalmente, un cáncer que afecta al ojo, como el linfoma

¿Quién tiene mayor riesgo de presentar uveítis?

A pesar de que se puede padecer uveítis a cualquier edad, es más común en jóvenes de 22 a 44 años.

La afección puede ocurrir en uno o ambos ojos, y puede afectar a personas de todas las edades, incluso a niños.

Factores de riesgo

La uveítis puede ser grave y provocar la pérdida permanente de la visión, pues afecta diversas capas del ojo. El diagnóstico y el tratamiento temprano es indispensable para prevenir complicaciones y preservar la visión.

Si no se trata, la uveítis puede causar complicaciones, entre ellas:

Síntomas de la uveítis

Los signos, síntomas y características de la uveítis que pueden presentarse son:

  • Enrojecimiento de los ojos
  • Dolor ocular
  • Sensibilidad a la luz
  • Visión borrosa
  • Puntos oscuros que flotan en el campo de visión (moscas volantes)
  • Visión reducida

Los síntomas pueden aparecer de forma repentina o empeorar con rapidez, aunque en algunos casos, se presentan de manera gradual. Pueden afectar un ojo o ambos. A veces no hay síntomas, y se observan signos de uveítis en un examen ocular de rutina.

¿Cuándo acudir al médico?

Lo más recomendable no sólo para el caso de la uveítis, sino para cualquier sintomatología que se presente en el ojo de forma anormal, es acudir de inmediato con un oftalmólogo experto, el cual podrá identificar y diagnosticar el padecimiento que se presenta, así como recomendar el mejor tratamiento posible de acuerdo a la gravedad y características de la enfermedad.

¿Cómo se diagnostica la uveítis?

La historia clínica y exploración oftalmológica describirán y clasificarán la uveítis en doce patrones clínicos, con medidas de actividad y remisión. Cada uno de esos patrones clínicos se asocia con más frecuencia a unas enfermedades en particular.

Es muy importante establecer un diagnóstico firme porque ahorra una peregrinación en busca de diagnósticos o tratamientos, mejora la ansiedad que produce encontrarse mal sin saber por qué y permite fijar objetivos realistas.

Entre los estudios o métodos que se usan para el diagnóstico de la uveítis se encuentran:

  • Evaluación de la visión (con tus gafas si las usas normalmente) y la reacción de tus pupilas a la luz.
  • Tonometría. La tonometría mide la presión del líquido dentro del ojo (presión intraocular). Para esta prueba se pueden utilizar gotas que entumecen los ojos.
  • Examen con lámpara de hendidura. Una lámpara de hendidura es un microscopio que amplía e ilumina la parte frontal del ojo con un haz de luz intenso. Esta evaluación es necesaria para identificar células inflamatorias microscópicas en la parte delantera del ojo.
  • Oftalmoscopia. Este examen, también conocido como fundoscopia, implica ensanchar (dilatar) la pupila con gotas para los ojos y hacer brillar una luz brillante en el ojo para examinar la parte posterior.
  • Fotografía en color del interior del ojo (retina).
  • Tomografía de coherencia óptica. Esta prueba mide el grosor de la retina y la coroides para revelar inflamación en estas capas.
  • Angiografía con fluoresceína o angiografía con verde de indocianina.
  • Análisis del líquido acuoso o vítreo del ojo.
  • Análisis de sangre.
  • Pruebas por imágenes, radiografías, tomografías computarizadas o imágenes por resonancia magnética.

Si el oftalmólogo cree que una enfermedad no diagnosticada puede ser la causa de la uveítis, es posible que te remita a otro médico para que te realice un examen médico general y análisis de laboratorio.

Tratamientos

La iritis y la iridociclitis (uveítis anterior) casi siempre es leve. El tratamiento puede incluir:

  • Gafas oscuras
  • Gotas oftálmicas que dilatan la pupila para aliviar el dolor
  • Gotas oftálmicas con esteroides

La pars planitis a menudo se trata con gotas oftálmicas que contienen esteroides. Asimismo, se pueden emplear otros medicamentos, incluso esteroides orales, para ayudar a inhibir el sistema inmunitario.

El tratamiento de la uveítis posterior depende de la causa subyacente. Casi siempre incluye esteroides por vía oral.

Si la uveítis es causada por una infección generalizada (sistémica), se le pueden dar antibióticos. Es probable que también le den antinflamatorios potentes llamados corticosteroides. A veces, ciertos tipos de medicamentos inmunosupresores son utilizados para tratar la uveítis grave.

Publicado por

José Arturo Espinosa Ballesteros

Médico Cirujano, egresado de la Universidad Autónoma de Guadalajara Cirujano Oftalmólogo, egresado del CMN La Raza Adiestramiento en la subespecialidad de Cirugía de Retina y Vitreo.

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