Queratitis: Qué es, síntomas y tratamiento

queratitis

Los ojos son órganos sumamente importantes y complejos pero a la vez delicados, los cuales, como casi cualquier parte del cuerpo humano, pueden sufrir padecimientos e infecciones generadas por factores externos. Uno de los trastornos más comunes que podemos enfrentar es la queratitis.

Se trata de una enfermedad que puede ser causada por factores infecciosos o no infecciosos, la cual afecta principalmente la córnea del ojo, afectando la visión.

Este padecimiento, como cualquier otro del ojo es sumamente delicado, por lo que si tú o alguna persona que conozcas presentan síntomas es indispensable que agendes una consulta ahora mismo con los oftalmólogos expertos de Quitateloslentes.com

¿Qué es la queratitis?

La queratitis es una inflamación de la córnea, la estructura más anterior y transparente del globo ocular, que puede ser debida a múltiples causas. Si afecta solamente a su parte externa (el epitelio), que es lo más frecuente, se llama queratitis superficial y suele curarse sin secuelas. Por el contrario, si afecta a capas más profundas se trata de una queratitis ulcerativa, menos habitual pero que puede ser muy grave. Cuando deja una cicatriz en la córnea (leucoma), la visión llega a verse severamente comprometida.

¿Qué causa la queratitis?

La queratitis es causada por muchos factores en el ojo. Las causas más frecuentes son:

  • Sequedad ocular: el ojo seco puede provocar lesiones en la córnea. Suele tratarse de lesiones superficiales en forma de puntitos que afectan sobre todo la zona media e inferior de la córnea. En menos ocasiones la sequedad ocular puede provocar lesiones más graves, complicadas de manejar.
  • Víricas: las más frecuentes de este grupo son las queratitis herpéticas. La gravedad de este tipo de queratitis es que cursan a brotes y pueden dejar leucomas corneales residuales importantes que indiquen un transplante de córnea. El diagnóstico y tratamiento precoz con antivíricos es imprescindible.
  • Bacterianas, por hongos, amebas o parásitos: Pueden ser el resultado de una erosión previa que se ha infectado. Los portadores de lentes de contacto están mucho más expuestos a infecciones corneales. Otras veces no hay una causa identificada. Estas queratitis siempre son graves y precisan un diagnóstico rápido y la aplicación precoz de colirios antibióticos reforzados intensivos. En ocasiones la evolución de estas úlceras es muy agresiva y puede dejar secuelas permanentes graves.
  • Lentes de contacto. Utilizar lentes de contacto, especialmente al dormir, aumenta el riesgo de padecer queratitis infecciosa y queratitis no infecciosa. El riesgo típicamente surge de utilizar los lentes de contacto más tiempo de lo recomendado, de desinfectarlos de modo inadecuado o de utilizarlos mientras se nada.
    La queratitis es más común en las personas que utilizan lentes de contacto de uso prolongado o que los utilizan constantemente, que en las personas que los utilizan diariamente y se los quitan a la noche.
  • Inmunidad reducida. Si tu sistema inmunitario está comprometido debido a una enfermedad o un medicamento, corres mayor riesgo de padecer queratitis.
  • Corticoesteroides. El uso de gotas oftálmicas con corticoesteroides para tratar una enfermedad ocular puede aumentar el riego de padecer queratitis infecciosa o empeorar la queratitis existente.
  • Lesión ocular. Si una de tus córneas ha sufrido una lesión en el pasado, puedes ser más vulnerable a tener queratitis.
  • Otras causas: Tóxicos (causticaciones o sustancias irritantes que entran en contacto con el ojo), alergias, queratitis por exposición (cierre anómalo de los párpados, que pueden ser desde queratitis leves a muy graves).

Síntomas

Las posibles complicaciones de la queratitis son las siguientes:

  • Inflamación crónica y cicatrización de la córnea
  • Infecciones virales crónicas o recurrentes de la córnea
  • Úlceras abiertas en la córnea (úlceras corneales)
  • Reducción temporal o permanente de la visión
  • Ceguera

¿Cómo prevenir la queratitis?

Previniendo dentro de lo posible las circunstancias que pueden provocarla: si existe ojo seco, lágrimas artificiales, protegerse del sol intenso con gafas, acudir al oftalmólogo ante cualquier traumatismo (lesiones que pueden sobreinfectarse), higiene meticulosa en portadores de lentes de contacto.

Sin embargo, en muchos casos no existen pautas para evitar la queratitis. Es importante acudir al oftalmólogo ante manifestaciones clínicas como las descritas. Como siempre, el tratamiento instaurado rápidamente hace mejorar el pronóstico.

Si utilizas lentes de contacto, puedes prevenir la queratitis si los utilizas, limpias y desinfectas de manera adecuada. Sigue estos consejos:

  • Elige lentes de contacto de uso diario y quítatelos antes de irte a dormir.
  • Lávate las manos, enjuágalas y sécalas minuciosamente antes de tocar los lentes de contacto.
  • Sigue las recomendaciones del profesional en salud ocular para cuidar los lentes de contacto.
  • Utiliza solo productos estériles que estén hechos específicamente para el cuidado de los lentes de contacto, y utiliza productos de cuidado hechos para el tipo de lentes de contacto que usas.
  • Frota suavemente los lentes durante la limpieza para mejorar la efectividad de la solución para lentes de contacto. Evita sujetar los lentes con una severidad que pueda causar rasguños en los lentes.
  • Reemplaza los lentes según lo recomendado.
  • Reemplaza el estuche de los lentes de contacto cada tres a seis meses.
  • Desecha la solución en el estuche de los lentes de contacto cada vez que desinfectes los lentes. No coloques solución nueva sobre la vieja que ya se encuentra en el estuche.
  • No utilices lentes de contacto cuando nades.

Algunas formas de la queratitis viral no se pueden eliminar por completo. Sin embargo, las siguientes medidas pueden controlar la reaparición de la queratitis viral:

  • Si tienes herpes labial o una ampolla herpética, evita tocarte los ojos, los párpados y la piel alrededor de los ojos a menos que te hayas higienizado minuciosamente las manos.
  • Solo usa las gotas para los ojos recetadas por un oftalmólogo.
  • Lavarse las manos con frecuencia previene los brotes virales.

Factores de riesgo

Uno de los principales factores de riesgo es el uso de lentes de contacto, sobre todo si no sigues las pautas de uso y medidas de higiene adecuadas, lo que aumenta las probabilidades de que sufras una infección corneal. Es el caso de la queratitis por Acanthamoeba, muy agresiva, que se da en un 80% de las ocasiones en portadores de lentillas (si te bañas con ellas, no las limpias y guardas con los productos adecuados etc.). Además, como medida preventiva básica tanto si eres usuario de lentes de contacto como si no, debes evitar tocarte los ojos sin haberte lavado previamente las manos. De esa manera, bajarán las posibilidades de sufrir queratitis.

Las posibles complicaciones más comunes son:

  • Hinchazón y cicatrización de la córnea.
  • Úlceras abiertas.
  • Infecciones virales crónicas o recurrentes de la córnea.
  • Inflamación crónica de la córnea.
  • Disminución temporal o permanente de la visión.

¿Cómo se diagnostica la queratitis?

Para diagnosticar certeramente esta enfermedad, ya sea infecciosa o no infecciosa, el médico especialista deberá realizar diversos estudios y revisiones del ojo, como lo son:

  • Examen ocular. Si bien puede resultar incómodo abrir los ojos durante el examen, es importante que el médico pueda examinarlos. El examen incluirá una prueba que evalúa qué tan bien puedes ver (examen de agudeza visual).
  • Examen con una minilinterna. El médico puede examinar tu ojo con una minilinterna para comprobar la reacción, el tamaño y otros factores de la pupila. El médico puede aplicar un tinte en la superficie del ojo para ayudar a identificar la extensión y el carácter de las irregularidades y las úlceras superficiales de la córnea.
  • Examen con lámpara de hendidura. El médico te examinará los ojos con un instrumento especial llamado lámpara de hendidura. Proporciona aumento y una fuente de luz brillante para detectar el carácter y la extensión de la queratitis, así como el efecto que esta puede tener en otras estructuras del ojo.
  • Análisis de laboratorio. El médico puede tomar una muestra de lágrimas o de algunas células de la córnea para hacer un análisis de laboratorio que determine la causa de la queratitis y ayude a elaborar un plan de tratamiento para esta enfermedad.

Tratamientos para la queratitis

Existen diferentes tipos de tratamiento para este padecimiento dependiendo la causa de esta.

Queratitis no infecciosa

El tratamiento de la queratitis no infecciosa varía según la gravedad. Por ejemplo, en el caso de un malestar leve producido por un rascado en la cornea, las lágrimas artificiales quizás sean el único tratamiento. Sin embargo, si la queratitis produce un desgarro significativo y dolor, es posible que necesites un parche ocular de 24 horas y medicamentos tópicos oculares.

Queratitis infecciosa

El tratamiento para la queratitis infecciosa varía según la causa de la infección.

  • Queratitis bacteriana. En la queratitis bacteriana leve, es probable que solo necesites antibióticos en gotas para tratar la infección con eficacia. Si la infección es de moderada a grave, es posible que necesites antibióticos orales para terminar con la infección.
  • Queratitis fúngica. Por lo general, la queratitis causada por hongos requiere gotas oculares antifúngicas y medicamentos antifúngicos orales.
  • Queratitis viral. Si la causa de la infección es un virus, las gotas oculares antivirales y los medicamentos antivirales orales pueden ser eficaces. Otros virus solo requieren atención de respaldo como lágrimas artificiales.
  • Queratitis por acanthamoeba. La queratitis causada por los parásitos diminutos acanthamoeba puede ser difícil de tratar. Los antibióticos en gotas pueden ser útiles, pero algunas infecciones por acanthamoeba son resistentes a los medicamentos. En los casos graves de queratitis por acanthamoeba, puede ser necesario un trasplante de córnea.

Este tipo de enfermedad no responde a los medicamentos o si causa un daño permanente a la córnea que afecta significativamente la visión, el médico puede recomendarte un trasplante de córnea.

Publicado por

José Arturo Espinosa Ballesteros

Médico Cirujano, egresado de la Universidad Autónoma de Guadalajara Cirujano Oftalmólogo, egresado del CMN La Raza Adiestramiento en la subespecialidad de Cirugía de Retina y Vitreo.

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