Anisometropía: Qué es, causas, síntomas y tratamientos

Anisometropía

Al hablar de problemas de la vista es muy probable que a todos nos venga a la mente padecimientos comunes como la miopía, astigmatismo o incluso la hipermetropía. Sin embargo, ¿sabías que estos trastornos se pueden mezclar o ser el mismo pero con una intensidad diferente en cada ojo? A esto se le conoce como anisometropía.

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¿Qué es la anisometropía?

La anisometropía es una condición refractiva binocular en la que cada uno de los ojos presenta un error refractivo diferente o bien, el mismo defecto refractivo en ambos ojos pero con una graduación diferente en cada uno de ellos.

Esta condición puede afectar gravemente a la visión binocular en aquellos casos en los que exista una diferencia considerable de dioptrías entre ambos ojos.

Cuando esta diferencia en el poder refractivo es de una dioptría o más en el componente esférico o cilíndrico se puede hablar de este padecimiento. Es decir, que una persona padece anisometropía cuando padece una diferencia de graduación notable entre ambos ojos. Cuando esta disparidad es de más de tres o cuatro dioptrías puede llegar a comprometer la visión binocular, ya que si esta diferencia de graduación no se compensa el cerebro suprime la imagen más borrosa y aparece la ambliopía u ojo vago.

Tipos de anisometropía

Existen 3 tipos de anisometropía:

  • Cuando un ojo es emétrope, es decir, que no presenta ninguna dioptría pero el otro ojo es miope o hipermétrope (Anisometropía simple).
  • Cuando ambos ojos presentan el mismo problema pero la graduación entre uno y otro es muy diferente (Anisometropía compuesta).
  • Cuando cada ojo presenta un error refractivo diferente. Por ejemplo cuando un ojo tiene miopía y el otro hipermetropía. Otro caso sería un ojo con hipermetropía y el otro con astigmatismo (Anisometropía mixta).

¿Cuáles son las causas de este padecimiento

Existen diversas causas que pueden dar origen a este padecimiento. La anisometropía puede ser congénita y aparecer desde edades tempranas o incluso puede manifestarse en edades más adultas a causa de un traumatismo o cirugía de desprendimiento de retina.

Hay que tener en cuenta que cuando la diferencia entre la graduación de un ojo y del otro ojo es bastante considerable, la imagen que interpreta el cerebro también será heterogénea, por lo que puede derivar en otros problemas de la vista, por lo que al momento de detectarse o sospechar de los síntomas se debe acudir de inmediato con un oftalmólogo especializado.

En el caso de los niños, si no se corrige temprano pueden originarse problemas comúnmente muy conocidos, como el “ojo vago” (ambliopía), lo que puede provocar a su vez estrabismo.

Otro de los problemas asociados a esta condición visual es la aniseconía, que consiste en una alteración binocular causada por una diferencia en el tamaño de las imágenes recibidas.

Síntomas de la anisometropía

Existen muchos síntomas compartidos entre este padecimiento y otros de la vista, por lo que al detectar la anisometropía es muy importante realizar un diagnóstico precoz, en algunos casos la anisometropía no presenta síntomas, sobre todo en la etapa infantil, derivando en otros problemas oculares como el ojo vago o el estrabismo.

Los síntomas más comunes que puede llegar a provocar esta enfermedad, son:

  • Visión borrosa o doble
  • Dificultad para leer
  • Cansancio ocular
  • Dolor de cabeza

¿Quienes tienen mayor riesgo de presentar esta condición?

La anisometropía se presenta en pacientes que tienen el mismo defecto refractivo en los dos ojos, pero con distintos valores; o cuando el paciente padece un problema refractivo diferente en cada ojo (generalmente miopía en un ojo e hipermetropía en el otro).

Esta enfermedad puede presentarse en los primeros años de vida o posterior a una cirugía de desprendimiento de retina en la edad adulta, por lo que es importante estar atentos a los síntomas y acudir a revisiones periódicas para detectarla a tiempo y evitar otro tipo de complicaciones.

¿Se puede prevenir la anisometropía?

Al igual que la mayoría de las patologías oculares, es muy importante realizarse revisiones periódicas en un oftalmólogo. Es fundamental, detectar a tiempo la anisometropía para así poder ponerle remedio cuanto antes y que no pueda derivar en otros problemas oculares más graves o de un tratamiento más complejo.

Sin embargo, como tal no existe un método para prevenir este padecimiento si es que se llega a presentar.

Factores de riesgo

En el caso de bebés y niños, si una de las imágenes que llega al cerebro es borrosa, éste tendrá dificultades para fusionarlas y no permitirá que la visión del ojo con mayor graduación se desarrolle con normalidad.

Por este motivo, si no se corrigen estos problemas de visión, el cerebro puede eliminar la visión de peor calidad, de modo que se originaría lo que popularmente se conoce como «ojo vago»(ambliopía). Pudiendo a su vez aparecer desviación ocular o estrabismo.

Otra condición que se relaciona con la anisometropía es la aniseiconía. Cuando se corrige la anisometropía con gafas (lentes oftálmicas) se origina una diferencia considerable en el tamaño o la forma de las imágenes retinianas. En realidad, no es más que una prolongación de la anisometropía. Se debe a que el cerebro trata de compensar ambos tipos de visiones. En niños puede originar cansancio o fatiga visual (astenopia) y en adultos visión doble (diplopía).

¿Cómo se diagnostica este padecimiento

Esta alteración ocular sólo puede ser diagnosticada por un oftalmólogo especialista.
Para ello es necesario conocer el historial clínico del paciente y determinar si se trata de una causa congénita o adquirida.

Además, es necesario realizar un exhaustivo examen intraocular para descartar la existencia de otras enfermedades oculares de mayor gravedad.

Una vez diagnosticada la anisometropía, se puede decir que se pueden clasificar en tres tipos según la diferencia de graduación:

  • Leve, cuando existe una diferencia de graduación de un ojo a otro de más de 2 dioptrías.
  • Moderada, cuando el paciente presenta una diferencia de graduación en cada ojo de 3 a 6 dioptrías.
  • Severa, cuando la diferencia de refracción supera las 6 dioptrías.

Tratamientos para la anisometropía

Para poder valorar cuál es el mejor tratamiento para cada paciente es importante tener en cuenta una serie de aspectos, como son la graduación en cada ojo y la edad.

La mayoría de anisometropías se tratan mediante gafas o lentes de contacto con la graduación correcta.

Aquellos casos que presentan ojo vago se tratan mediante la combinación del uso de gafas con una graduación adecuada y un parche sobre el ojo sano con el objetivo de obligar al otro ojo a esforzarse, y por tanto, a desarrollarse. También existen otras opciones, como por ejemplo ejercicios de terapia visual y la dilatación del ojo normal con atropina.

Otro de los tratamientos recomendables para la anisometropía es la cirugía refractiva, puesto que se pueden eliminar las dioptrías de ambos ojos y puedes dejar de utilizar gafas de ver o lentes de contacto. El oftalmólogo especialista es la persona que indica qué tipo de técnica es la que mejor se adapta a cada caso.

Publicado por

José Arturo Espinosa Ballesteros

Médico Cirujano, egresado de la Universidad Autónoma de Guadalajara Cirujano Oftalmólogo, egresado del CMN La Raza Adiestramiento en la subespecialidad de Cirugía de Retina y Vitreo.

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