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El ojo humano es probablemente uno de los órganos más importantes, complejos y delicados que existe, el cual también está sujeto a trastornos inflamatorios que pueden generar una afectación general, como lo es el caso de la uveítis.
Se trata de una inflamación de la capa media del ojo, la cual puede afectar áreas como la retina, iris, pars y más. Esto representa una amenaza a la visión del paciente e incluso en casos graves puede causar la pérdida completa y permanente de la vista.
Por ello aquí te decimos cómo identificarla, sus causas, tratamientos y todo lo que debes saber.
La uveítis es una padecimiento inflamatorio de la capa media del ojo, la cual se encuentra situada entre la esclerótica por fuera y la retina por dentro.
Esta condición afecta al iris, cuerpo ciliar, la pars plana y/o la coroides del ojo. En ocasiones, por extensión, puede terminar por afectar también a la retina, y con ello provocar problemas visuales o de salud general.
Las señales de advertencia de la uveítis suelen aparecer de repente y empeorar con rapidez. Estos incluyen el enrojecimiento del ojo, dolor y visión borrosa.
Existen diferentes tipos de uveítis en el ojo las cuales se clasifican dependiendo de la zona que presenta la inflamación. Estas son:
En aproximadamente la mitad de todos los casos, la causa específica de la uveítis no está clara y el trastorno puede considerarse una enfermedad autoinmunitaria que solo afecta a uno o a los dos ojos. Si se puede determinar una causa, puede ser una de las siguientes:
A pesar de que se puede padecer uveítis a cualquier edad, es más común en jóvenes de 22 a 44 años.
La afección puede ocurrir en uno o ambos ojos, y puede afectar a personas de todas las edades, incluso a niños.
La uveítis puede ser grave y provocar la pérdida permanente de la visión, pues afecta diversas capas del ojo. El diagnóstico y el tratamiento temprano es indispensable para prevenir complicaciones y preservar la visión.
Si no se trata, la uveítis puede causar complicaciones, entre ellas:
Los signos, síntomas y características de la uveítis que pueden presentarse son:
Los síntomas pueden aparecer de forma repentina o empeorar con rapidez, aunque en algunos casos, se presentan de manera gradual. Pueden afectar un ojo o ambos. A veces no hay síntomas, y se observan signos de uveítis en un examen ocular de rutina.
Lo más recomendable no sólo para el caso de la uveítis, sino para cualquier sintomatología que se presente en el ojo de forma anormal, es acudir de inmediato con un oftalmólogo experto, el cual podrá identificar y diagnosticar el padecimiento que se presenta, así como recomendar el mejor tratamiento posible de acuerdo a la gravedad y características de la enfermedad.
La historia clínica y exploración oftalmológica describirán y clasificarán la uveítis en doce patrones clínicos, con medidas de actividad y remisión. Cada uno de esos patrones clínicos se asocia con más frecuencia a unas enfermedades en particular.
Es muy importante establecer un diagnóstico firme porque ahorra una peregrinación en busca de diagnósticos o tratamientos, mejora la ansiedad que produce encontrarse mal sin saber por qué y permite fijar objetivos realistas.
Entre los estudios o métodos que se usan para el diagnóstico de la uveítis se encuentran:
Si el oftalmólogo cree que una enfermedad no diagnosticada puede ser la causa de la uveítis, es posible que te remita a otro médico para que te realice un examen médico general y análisis de laboratorio.
La iritis y la iridociclitis (uveítis anterior) casi siempre es leve. El tratamiento puede incluir:
La pars planitis a menudo se trata con gotas oftálmicas que contienen esteroides. Asimismo, se pueden emplear otros medicamentos, incluso esteroides orales, para ayudar a inhibir el sistema inmunitario.
El tratamiento de la uveítis posterior depende de la causa subyacente. Casi siempre incluye esteroides por vía oral.
Si la uveítis es causada por una infección generalizada (sistémica), se le pueden dar antibióticos. Es probable que también le den antinflamatorios potentes llamados corticosteroides. A veces, ciertos tipos de medicamentos inmunosupresores son utilizados para tratar la uveítis grave.