La inyección intravítrea se trata de un procedimiento de tipo quirúrgico que realizan los oftalmólogos para la administración de medicación dentro del ojo de un paciente, (específicamente en el humor vítreo) para tratar enfermedades de la retina, especialmente aquellas que están asociadas a la mácula.
Esta se usa para tratar enfermedades oculares como la degeneración macular asociada a la edad y la retinopatía diabética, las cuales requieren un consumo de medicamentos que, en exceso, pueden provocar un daño sistémico importante.
Para prevenir dichos riesgos, es preferible administrar fármacos dentro del ojo para tratar dichas enfermedades, ya que son más seguras, protegen la visión y ayudan a prevenir daños mayores.
Estas inyecciones sirven para administrar medicamentos directamente en el ojo, más específicamente en el humor vítreo, de tal forma que se puedan tratar más eficientemente padecimientos del ojo o proteger la vista.
Las inyecciones intravítreas son necesarias debido a que los efectos de la administración oral o por vena de dichos fármacos no alcanzarían el interior del ojo con la intensidad adecuada. Además, en algunos casos, para alcanzar los niveles necesarios, las dosis que deberían tomarse por vía oral serían demasiado altas y podrían resultar dañinas.
¿Qué contiene la inyección?
Se emplea diferentes tipos de medicación dependiendo de la enfermedad y del tratamiento que el oftalmólogo determine más efectivo de acuerdo a la edad del paciente, condición de salud y otros factores que deben ser tomados en cuenta para el tratamiento.
Generalmente se administra:
Antiangiogénicos: evitan la proliferación de vasos sanguíneos anómalos.
Corticoides intravítreos: reducen la inflamación ocular.
¿Qué enfermedades se combaten con la inyección intravítrea?
Los padecimientos para los que se recomienda este tipo de procedimiento son:
DMAE (degeneración macular asociada a la edad): La mácula es una estructura muy pequeña ubicada en el centro de la retina y se encarga de la visión central y la percepción de los detalles, la degeneración macular es una afección degenerativa que causa pérdida de visión aguda. Para evitarlo, las inyecciones intravítreas han demostrado ser de gran ayuda en la degeneración macular húmeda. En la actualidad, para su variante seca no existe un tratamiento.
Retinopatía diabética: Es una enfermedad que se origina a causa de la diabetes y que provoca la proliferación de vasos sanguíneos nuevos y anormales en la parte posterior de la retina. Gracias a las inyecciones dentro del ojo podemos aplicar los medicamentos anti-VEGF necesarios para frenar esta progresión.
Edema macular diabético: Es el principal riesgo de la retinopatía diabética y además causa pérdida de visión. Del mismo modo, se ha demostrado que el tratamiento del edema macular diabético con terapia intravítrea detiene la progresión de la enfermedad.
Uveítis: Es la inflamación de la úvea, estructura del ojo donde convergen el iris, la coroides y el cuerpo ciliar. La uveítis es una enfermedad muy peligrosa que puede poner en riesgo otras estructuras vitales para la visión. Uno de los tratamientos más indicados es el suministro de inyecciones intravítreas para controlar el proceso inflamatorio de la uveítis y mejorar el estado de salud del ojo.
Agujero macular: Es la formación de una apertura en la mácula que puede estar causada por el envejecimiento o por la miopía magna. El agujero macular miópico puede provocar un desprendimiento de retina. En los primeros estadios de la enfermedad podemos tratar el agujero macular con una terapia o inyección intravítrea de Ocriplasmina.
Oclusiones venosas de la retina: Ocurre cuando se obstruye una de las venas que transporta sangre desde la retina a otras partes del ojo. Las inyecciones intravítreas de fármacos antiangiogénicos es un tratamiento eficaz y seguro para el tratamiento de las complicaciones derivadas.
Miopía alta o miopía magna: La miopía alta es una miopía que supera las 6 dioptrías proyectando las imágenes muy por delante de la retina. Gracias a las inyecciones intraoculares de medicamentos antiangiogénicos podemos evitar el desarrollo de cicatrices en la retina. En ocasiones, la degeneración macular miópica puede mejorar con únicamente una inyección intravítrea.
¿Cómo se realiza el procedimiento de inyección intravítrea?
El procedimiento de inyección intravítrea es relativamente rápido y se realiza en el consultorio del oftalmólogo. Aunque puede sonar invasivo, es un tratamiento bastante seguro y bien tolerado cuando se realiza correctamente. A continuación, se describen los pasos clave:
Preparación del paciente: El ojo se limpia cuidadosamente para prevenir infecciones. Se utiliza un anestésico tópico o inyecciones locales para adormecer el ojo y garantizar que el paciente no sienta dolor durante el procedimiento.
Colocación del dispositivo de apertura ocular: Para evitar que el paciente parpadee durante la inyección, se utiliza un pequeño dispositivo que mantiene el ojo abierto.
Aplicación de la inyección: El oftalmólogo inserta una aguja muy fina a través de la esclerótica (la parte blanca del ojo) para inyectar el medicamento en la cavidad vítrea. Esto solo toma unos segundos.
Monitoreo postinyección: Después de la inyección, el paciente es monitoreado brevemente para asegurarse de que no haya complicaciones inmediatas. Se puede recetar un antibiótico tópico para usar durante unos días para prevenir infecciones.
El procedimiento en sí toma unos minutos, y el paciente puede volver a su casa el mismo día. Sin embargo, es importante seguir las recomendaciones del médico para garantizar una recuperación sin complicaciones.
¿En dónde se coloca esta inyección?
Una inyección intravítrea es un tipo de inyección que se coloca en el interior del ojo, más concretamente en la cavidad vítrea, para tratar las enfermedades asociadas a la retina. Las inyecciones intravítreas son el método más utilizado para administrar medicamentos, como los anti-VEGF, a la retina y proteger la visión de ciertas enfermedades oculares.
¿Quiénes necesitan una inyección intravítrea?
Este tratamientos es recomendado para pacientes que sufren de degeneración macular asociada a la edad de tipo húmedo o exudativa, y para el tratamiento de las membranas neovasculares coroideas secundarias a otras causas (por ejemplo, a la miopía magna). También son el tratamiento de elección en casos de edema macular (hinchazón de la retina central) asociado a enfermedades vasculares de la retina (por ejemplo obstrucciones venosas retinianas, retinopatía diabética, etc.).
¿Quién y dónde se aplica este procedimiento?
Las inyecciones intravítreas deben ser realizadas por médicos oftalmólogos, para mayor seguridad y comodidad del paciente, en quirófanos o salas blancas, y por tanto bajo estrictas condiciones de esterilidad.
No requiere preoperatorio y es un técnica ambulatoria (no requiere ingreso). Su administración es sencilla, bajo anestesia tópica (instilación de gotas anestésicas) y es bien tolerada por los pacientes.
¿En qué consiste el procedimiento?
El procedimiento se realiza en el consultorio de su proveedor. Tarda aproximadamente de 15 a 30 minutos.
Se colocarán gotas en los ojos para ampliar (dilatar) las pupilas.
Usted se acostará boca arriba en una posición cómoda.
Se le limpiarán los ojos y los párpados.
Se colocarán gotas analgésicas en su ojo.
Un pequeño dispositivo mantendrá sus párpados abiertos durante el procedimiento.
Se le pedirá mirar en dirección hacia el otro ojo.
Se inyectará medicamento en el ojo con una aguja pequeña. Usted podría sentir presión, pero no dolor.
Se pueden colocar gotas antibióticas en el ojo.
¿Cuáles son los riesgos y efectos secundarios de la inyección intravítrea?
Si bien las inyecciones intravítreas son en su mayoría seguras, como cualquier procedimiento médico, existen algunos riesgos y efectos secundarios que los pacientes deben conocer:
Infecciones: La complicación más grave es la infección intraocular o endoftalmitis, aunque esto es raro debido a las medidas de esterilización y los cuidados posteriores.
Hemorragias: Es posible que se presenten pequeñas hemorragias en la parte blanca del ojo (hemorragia subconjuntival) después de la inyección. Aunque esto puede parecer alarmante, generalmente no afecta la visión y desaparece por sí solo.
Desprendimiento de retina: En casos muy raros, la inyección puede provocar un desprendimiento de retina, lo que requeriría tratamiento urgente.
Aumento de la presión intraocular: Algunas personas experimentan un aumento temporal en la presión dentro del ojo después de la inyección, que generalmente es controlado con medicación o desaparece por sí solo.
Es fundamental seguir las indicaciones postoperatorias, como el uso de colirios y asistir a las revisiones oculares programadas para detectar cualquier complicación a tiempo.
¿Qué cuidados son necesarios después de una inyección intravítrea?
Después de recibir una inyección intravítrea, el paciente debe seguir una serie de cuidados postoperatorios para minimizar el riesgo de infecciones o complicaciones:
Evitar tocarse los ojos: No se debe frotar ni presionar el ojo tratado durante al menos 24 horas después de la inyección.
Uso de colirios antibióticos: El médico puede recetar gotas antibióticas para prevenir infecciones. Es importante usarlas según lo prescrito.
Evitar actividades extenuantes: Durante los primeros días, es recomendable evitar actividades que impliquen esfuerzo físico intenso.
Controlar los síntomas: Si el paciente experimenta dolor intenso, visión borrosa prolongada, o signos de infección como enrojecimiento o secreción, debe contactar al oftalmólogo de inmediato.
Siguiendo estos cuidados, la mayoría de los pacientes se recuperan sin complicaciones y pueden continuar con su vida cotidiana poco después de la inyección.
¿Cuál es el pronóstico después de un tratamiento con inyecciones intravítreas?
El pronóstico después de un tratamiento con inyecciones intravítreas es generalmente positivo, especialmente si la enfermedad es detectada a tiempo y se siguen las pautas de tratamiento. En muchos casos, este tipo de tratamiento puede detener el avance de enfermedades degenerativas oculares, y en algunos pacientes incluso mejorar la visión.
Degeneración macular húmeda: Las inyecciones intravítreas de anti-VEGF pueden prevenir la pérdida adicional de la visión y, en algunos casos, mejorar la visión si se administran a tiempo.
Edema macular diabético: El tratamiento puede reducir significativamente la hinchazón de la mácula y mejorar la visión, pero es posible que se necesiten tratamientos a largo plazo.
Médico Cirujano, egresado de la Universidad Autónoma de Guadalajara Cirujano Oftalmólogo, egresado del CMN La Raza Adiestramiento en la subespecialidad de Cirugía de Retina y Vitreo.
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