Un xantelasma o también conocido como xantelasma palpebral se trata de una pequeña acumulación de grasa bajo la piel del párpado inferior o superior, sobre todo cerca del lagrimal, el cual se aprecia como un pequeño bulto benigno de grasa. Su color característico suele ser amarillento y se sitúa en la capa superficial y media de la piel, por lo que puede ser identificado a simple vista.
El xantelasma por lo general no afecta a la órbita del ojo, por lo que en una situación normal no hay motivo de alarma de que este padecimiento amenace la capacidad visual del paciente. No obstante, es necesario acudir al médico para que este constate que efectivamente se trata de un xantelasma y no alguna otra enfermedad o condición de gravedad.
En la actualidad no se sabe a ciencia cierta las causas específicas por las que aparecen los xantelasmas palpebrales, en el 50% de los casos la aparición de xantelasmas se asocia a niveles altos de colesterol en sangre en pacientes que tienen hipercolesterolemia familiar o padecimientos de estrés, depresión, diabetes u otros que hemos mencionado.
También se considera que existe una gran afectación de la predisposición genética.
Los xantelasmas generalmente aparecen tanto en el párpado inferior como en el párpado superior, y suele ser bastante habitual que aparezcan en los dos ojos a la vez.
También es frecuente que en el mismo párpado se puedan presentar varios xantelasmas o abarcar la zona del párpado completa.
Ten en cuenta que no todas las manchas amarillentas que aparezcan en el ojo con forma de abultamiento tienen que ser necesariamente xantelasmas, es posible que se trate de otro tipo de lesiones en la piel como los quistes o los siringomas.
No producen ningún tipo de dolor ni molestia. Algunos pacientes sí pueden llegar a experimentar episodios habituales de cansancio. Los síntomas de xantelasma más frecuentes son de tipo estético:
Los xantelasmas generalmente aparecen con más frecuencia en personas adultas con estados de estrés, depresión o con ciertos trastornos metabólicos como lo son:
No obstante cabe mencionar que también los xantelasmas pueden presentarse en cualquier persona sana que no presente ninguno de los padecimientos anteriormente mencionados, pues los cúmulos de grasa como los barros pueden presentarse en cualquier persona a cualquier edad y en lugares aleatorios del cuerpo.
Los factores de riesgo que pueden provocar un xantelasma generalmente son:
En los xantelasmas palpebrales podemos encontrar diferentes tipos, los cuales generalmente se engloban en:
Cuando un paciente considere que tiene un xantelasma debe acudir de inmediato a un oftalmólogo. La subespecialidad que trata este tipo de patologías es la cirugía plástica ocular.
El médico especialista por tanto relizará un completo examen oftalmológico para analizar la protuberancia en la piel y no suele ser necesario la biopsia. En algunos casos sí será necesario un estudio anatomo-patológico para examinar si se trata o no de una acumulación de grasa.
El oftalmólogo primero valorará qué tipo de tratamiento sería el más adecuada en función de las necesidades de cada paciente ya que además pueden volver a aparecer una vez eliminados.
Existen ciertos factores como la dieta que puede ayudarnos a prevenir la aparición de un xantelasma. Algunas recomendaciones son:
Es común que estos 2 padecimientos lleguen a confundirse por la similitud de los nombres, por lo que aquí te explicamos un poco más en qué consiste cada uno, cuáles son sus diferencias y cómo identificarlos.
La principal diferencia entre un xantelasma y un xantema es que en el caso del xantelasma aparece en el párpado y suele ser bilateral, es decir que aparece tanto en el derecho, como en el izquierdo, mientras que en un xantema también es un depósito graso a nivel cutáneo, pero puede aparecer en diferentes partes del cuerpo.