La Heterocromía es una anomalía de la pigmentación que se presenta en los ojos, donde los iris son de distinto color.
Se trata de una especie de mutación que hace que los ojos cambien de tonalidad por falta de melanina. Esta anomalía se presenta con poca frecuencia y está relacionada con nuestros genes, por lo que suele ser de nacimiento.
Esta anomalía genética, es posible que llegue a afectar a la piel o el cabello, pero el caso más común es en los ojos, total o parcialmente.
La Heterocromía, tiene un solo síntoma: la diferente tonalidad que tiene un iris con respecto al otro. Es decir, no presenta ningún problema de salud ocular por lo general.
En caso de que se trate de un síntoma de alguna otra afección, pero para ello, es necesario realizar los estudios correspondientes.
La causa principal por la que surge la Heterocromía, es la genética, pero existen algunas patologías que también pueden producir cambios en la coloración del iris.
Lo que hay detrás de este fenómeno y sus causas, son diversas, y conviene diferenciar entre: la heterocromía congénita y la heterocromía adquirida:
La congénita es la más rara de las Heterocromías, y está presente desde el nacimiento. Puede estar asociada con algunas enfermedades raras, como la neurofibromatosis, el Síndrome de Waardenburg o el Síndrome de Claude-Bernard-Horner.
Para ejemplificar, la Heterocromía Congénita se presenta de forma habitual en los gatos y en los perros de raza Husky siberiano, Collie de la frontera o Bobtail, Dálmata, Gran Danés y Pastor Australiano.
Algunas de las causas que provocan la Heterocromía por afecciones de origen genético, son:
Se conoce como Heterocromía Adquirida cuando los dos ojos tienen el mismo color, pero uno de ellos cambia en un determinado momento. Tiene su explicación en problemas de salud tipo diabetes, glaucoma y la ingesta de medicamentos para su tratamiento, alguna lesión ocular, el sangrado dentro del ojo, melanomas, siderosis o uveítis.
En casos de heterocromía adquirida, se debe realizar un completo análisis del ojo y el resto del cuerpo, para dar con la causa y así comenzar el tratamiento adecuado, ya que también puede ser una señal de tumores en el ojo.
Las causas de Heterocromía adquirida puede deberse a:
Las causas de Heterocromía son muy diversas y, aunque existen pacientes que nacen con ello sin suponer ningún riesgo, es necesario acudir al oftalmólogo para que realice los estudios adecuados valorar si su origen se debe a alguna enfermedad.
Otros factores que pueden ocasionar la Heterocromía, son:
Aparece en la parte central del iris, que tiene un color distinto al de la parte periférica, formando un anillo central alrededor de la pupila.
Este tipo es más común en los diafragmas que contienen bajos niveles de melanina. El verdadero color es en realidad el anillo exterior, mientras que el anillo central muestra el color afectado por la heterocromía
Es aquella en la que cada ojo tiene un color distinto. Es frecuente en animales como los caballos, gatos y los perros, pero también puede afectar a personas.
Un ejemplo de Heterocromía Completa son los gatos que tienen un ojo azul y un ojo castaño. Esto también ocurre entre los perros, sobre todo en las razas Husky Siberiano y de Dálmata, algunos caballos, vacas, búfalos y algunos hurones.
Tan solo afecta a una parte del iris, de manera que una persona presenta dos colores distintos dentro del mismo ojo.
Como ejemplo, tenemos a los perros de razas específicas, como el Border Collie y el pastor australiano.
Debe acudir a consulta para que un oftalmólogo realice un completo examen ocular para determinar el problema subyacente para descartar afecciones que podrían comprometer la visión. Si su bebé presenta heterocromía debe acudir a un oftalmólogo pediatra.
Cuando la Heterocromía es un fenómeno de origen genético o, en otras palabras, desde el nacimiento, la diferencia de tonalidad en los ojos no progresa y la función ocular sigue siendo la correcta, no hay por qué alarmarse.
En cambio, si el proceso es adquirido, cuando se aprecian los cambios de coloración que antes no estaban presentes, sí es recomendable visitar a un oftalmólogo especializado, para estudiar a fondo si hay una enfermedad de base o se produce una función ocular anormal.
La heterocromía no es un problema visual de gravedad, es simplemente un fenómeno que afecta a nivel estético. No obstante, siempre es aconsejable acudir a un centro oftalmológico especializado para decidir qué tratamiento es el que mejor se adapta a la situación que se presenta, esto claro, después de haber realizado un examen ocular completo.
La Heterocromía en bebés, no tiene por qué significar una enfermedad. Cuando se nace con heterocromía es necesario hacer una exploración inicial de los ojos y un seguimiento pediátrico para descartar cualquier enfermedad, sin embargo, como mencionamos anteriormente, tener Heterocromía no necesariamente quiere decir que los infantes tiene una enfermedad.
Añadido a esto y como medida adicional, es necesario realizar una encuesta familiar buscando alteraciones genéticas entre los miembros cercanos.
La mayoría de estos casos son de origen genético y no se encuentran asociados a anomalías oculares. Sin embargo, no hay que olvidar que existen enfermedades congénitas, la mayoría hereditarias, que presentan heterocromía.
Los niños que nacen con heterocromía no tienen ningún síntoma y solo les afecta a la estética, y no al campo visual. Sin embargo, en ocasiones esta patología puede ser síntoma de otra afección y estar asociada a enfermedades raras como el síndrome de Claude-Bernand-Horner o la neurofibromatosis.
Una simple inspección puede ofrecer datos sobre enfermedades que se asocian a heterocromía del iris, por ello, una vez detectada es importante acudir al oftalmólogo para controlar su causa y descartar otras enfermedades.
En la mayoría de los casos, los niños que nacen con Heterocromía no tienen ningún otro síntoma. No tienen ningún otro problema ocular ni en su estado de salud general.
Sin embargo, en algunos casos, la Heterocromía puede ser síntoma de otra afección, cuyas causas pueden incluir:
Entre la córnea y el cristalino nos encontramos con una membrana denominada iris, cuya función principal es regular la cantidad de luz que entra en la retina a través de la pupila.
Esta membrana cumple con otra propiedad de carácter exclusivamente estético: determinar el color de nuestros ojos.
El iris, es el que determina el color y depende de la cantidad y la distribución de melanina:
Si la distribución de estos melanocitos tiene lugar de forma homogénea por todo el iris (lo que suele suceder de forma más habitual) los ojos adquieren un color fuerte, entre marrón o negro. Por el contrario, si estos melanocitos se concentran en la superficie posterior del iris (algo mucho menos frecuente) el color de los ojos será más claro: verde o azul.
Como mencionamos anteriormente, en el iris existen unas células llamadas melanocitos, las cuales contienen un pigmento denominado melanina y, según la cantidad, coloración y ubicación dentro del iris, el color de los ojos será de un tipo u otro.
Los colores de ojos más frecuentes son: el marrón, con un 75 % de la población mundial; la avellana (8 %), el azul, el verde y el gris. Finalmente, el 1 % de la población que experimenta heterocromía, y también casos raros de ojos violáceos (ojos color violeta).