De acuerdo a datos dados a conocer por el INEGI, la Secretaría de Salud y otras instituciones en el país, se estima que más del 30% de la población mexicana sufre algún problema visual, de los cuales los más frecuentes son la miopía o el astigmatismo. De estas, alrededor de 700 mil personas tienen un grado de discapacidad visual como ceguera o debilidad causada por enfermedades congénitas o por accidentes.
La gran mayoría de las personas en el país soluciona estos problemas con el uso de lentes de contacto o anteojos, pues los últimos son la opción más simple y económica para resolver problemas visuales sencillos. No obstante para casos más graves o para las personas que no desean hacer uso de estos dispositivos, existen alternativas altamente efectivas, como la cirugía de la vista por medio de láser o la implementación de lentes intraoculares.
Por ello, en las últimas décadas en todo el país ha proliferado la aparición de cada vez más clínicas de oftalmología, las cuales ofrecen una excelente opción a las pocas o nulas alternativas que existen en el sector privado.
Y es que en México, los servicios de salud públicas desde siempre han sido altamente criticados por la ineficiencias de las instituciones, poca disponibilidad de materiales y herramientas médicas, y claro, por los altos periodos de espera y largas filas que existen para ser atendido.
En el ramo de la salud visual, este es de los más ignorados por la salud pública, pues ya que muchos padecimientos oculares son considerados como no graves ni prioritarios, no se cubre la atención para problemas como la miopía, astigmatismo, hipermetropía, presbicia, etc.
Por ello es que las clínicas privadas cada vez se han convertido en la mejor opción para millones de mexicanos que requieren de un tratamiento para solucionar problemas de la vista que les impiden llevar con normalidad sus actividades.
Muy simple. En las clínicas privadas de oftalmología se atienden prácticamente todos los padecimientos de la vista o los ojos, lo cual va desde la implementación de lentes hasta las cirugías para corregir cualquier padecimiento refractivo, cataratas, queratocono u otros.
Este tipo de servicios es muy difícil encontrarlos en instituciones de salud pública, y las pocas que los ofrece generalmente tienen largas filas de espera de meses o hasta años dependiendo del tratamiento que se necesite.
En cambio, al acudir a una clínica privada, puedes tener la certeza de que desde el primer día se realizará tu diagnóstico por oftalmólogos expertos, los cuales disponen de los dispositivos más modernos para realizar los tratamientos u operaciones necesarias.
Sin duda alguna la opción privada se caracteriza por tener mayor calidad, pues además de la mejor atención que ofrecen sus oftalmólogos, en estas se ofrecen prácticamente todas las especialidades, además de que cuentan con la tecnología y técnicas de última generación para el tratamiento de estos padecimientos visuales.
En la actualidad existen muchas clínicas o consultorios que realizan cirugías de ojos como la operación ocular LASIK, FLEX, LASEK e intervenciones para cataratas u otros padecimientos en el globo ocular. Sin embargo, en la mayoría de los casos estas no cuentan con la experiencia, cuidados y los precios suelen ser bastante elevados.
Es por ello que Quítate Los Lentes es tu mejor opción para corregir tu vista, pues contamos con más de 17 años de experiencia realizando cirugías de ojos de todo tipo, ayudando a cerca de 5,000 personas al año a quitarse los lentes y poder ver mejor.
Para poder indicarte el costo de la cirugía ocular que necesitas, es necesario que acudas a una consulta de valoración por parte de nuestros expertos, ya que el precio varía dependiendo del procedimiento que se vaya a realizar, por lo que no hay costo específico.
Por lo general los planes de pago arrancan desde $2,500 (dos mil quinientos pesos) como pago inicial siempre y cuando la clínica lo autorice (esto varía dependiendo de cada caso).
Uno de nuestros mayores beneficios y por el cual nos destacamos entre todas las opciones que existen en el mercado es el crédito directo qué otorga la clínica para que el paciente se pueda operar de inmediato (NO REQUIERE DE TARJETA DE CRÉDITO NI REFERENCIAS BANCARIAS) y pueda pagar hasta en 12 meses (se define con el pago inicial, se ve directo en la clínica) armando un plan qué sea cómodo para el paciente.
Los riesgos con nosotros son mínimos, ya que en los más de 17 años que tenemos de experiencia realizando esta intervención hemos obtenido un 99.9% de éxito, además de que las complicaciones posteriores también son poco frecuentes con los cuidados adecuados.
Las complicaciones o efectos secundarios poco comunes de la cirugía de ojos que pueden aparecer son:
Cabe mencionar que estas complicaciones son muy poco frecuentes y suelen desaparecer en un par de semanas.
Si vas a recurrir a cualquier otra opción privada en el país es importante que investigues o solicites en la clínica que te muestren los permisos y certificados ante la Secretaría de Salud para operar. Muchas veces los oftalmólogos, así como los médicos generales, tienen sus títulos y cédula profesional a la vista para que los pacientes puedan corroborar que se encuentran ante un experto altamente capacitado.
Es importante que verifiques la autenticidad de la clínica, pues existen casos de lugares clandestinos o sin permisos que operan sin las condiciones de higiene, seguridad y sobre todo, sin personal capacitado para realizar las intervenciones, lo cual significa un riesgo extremadamente alto para tu salud visual e incluso para tu vida.
Los resultados de la cirugía dependen del error en la vista y otros factores que presente el paciente, sin embargo, el éxito suele en nuestra clínica suele ser de hasta el 99.9%, pues 9 de cada 10 pacientes que se han sometido a la cirugía LASIK ya no necesitan lentes para la mayoría de sus actividades, además de que logran al menos una visión de 20/25 o superior.
Para el caso de la cirugía de ojos LASIK, la finalidad principal es que los pacientes ya no requieran lentes externos o de contacto para poder ver de forma clara, pues con la modificación del ojo se evitan errores en la refracción de la luz que hacen que la gente vea borroso o doble.
No obstante, para casos más graves o con el paso de los años si el paciente sigue presentando problemas de deformación visual, es posible que requiera de lentes en algunas circunstancias o de una nueva cirugía.