El cáncer es por mucho uno de los padecimientos más serios y comunes que afectan y cobran la vida de millones de personas alrededor del mundo todos los años, pues este puede presentarse en cualquier persona y sobre todo, en cualquier parte del cuerpo. Ya sea desde los tumores más comunes en la piel y tejido hasta en la propia sangre. No obstante, un cáncer del que poco se habla es el cáncer de ojo o los tumores oculares, los cuales son una realidad y es importante aprender a identificarlos para poder buscar tratamiento a tiempo.
Como el cáncer o las células cancerígenas pueden originarse en cualquier parte del cuerpo, este siempre lleva el nombre del lugar en el que se originó. No obstante, recordemos que este siempre puede expandirse a otras regiones u órganos, así como por todo el cuerpo (metástasis).
El cáncer de ojo es la presencia de células cancerígenas en el ojo o la región ocular, ya sea por fuera como los melanomas o un cáncer intraocular.
Este se origina debido al crecimiento desenfrenado de células malignas, lo cual dificulta las funciones normales del ojo y puede desencadenar la aparición de tumores oculares o la propagación del cáncer a otras regiones del cuerpo.
Existen diversos tipos diferentes de cánceres oculares, pero el tipo más común de cáncer ocular es el melanoma intraocular primario. El término “primario” significa que el cáncer comenzó en el ojo en lugar de propagarse allí desde otro lugar. Por otro lado, “intraocular” significa que el cáncer comenzó dentro del globo ocular y no en el músculo, los nervios o la piel alrededor del ojo. “Melanoma” significa que el cáncer comenzó en una especie de célula llamada melanocito.
El melanoma intraocular primario generalmente comienza en la capa intermedia del ojo, llamada úvea. A esto se le denomina melanoma uveal. El melanoma también puede comenzar en otros lugares del ojo, como la conjuntiva, que es una cubierta delgada y clara sobre la parte blanca del ojo. Esto se denomina melanoma conjuntival.
El cáncer es una enfermedad silenciosa, por esta razón es indispensable visitar regularmente al oftalmólogo, pues solo mediante un adecuado examen es posible diagnosticar anomalías relacionadas con el cáncer en su etapa temprana. Sin embargo, una vez que el cáncer de ojo ha llegado a un estadio avanzado, es posible que quienes lo padecen presenten los siguientes síntomas:
El cáncer de ojo se puede generar tanto en hombres como en mujeres sin importar la edad. Sin embargo, existe una mayor propensión a desarrollar esta enfermedad en personas de piel blanca y ojos claros. Además, también aumenta el riesgo en las personas mayores.
No obstante, existen factores externos que podrían desencadenar la aparición de cáncer de ojo. Entre ellos se encuentra la larga exposición a los rayos ultravioleta, bien sea por la luz solar o por el ejercicio constante de oficios como la soldadura sin una protección adecuada.
También es posible que la propensión a desarrollar cáncer de ojo aumente en personas con diabetes o enfermedades que debilitan el sistema inmune como el VIH o SIDA.
Existen diversos estudios que los médicos pueden realizar si se sospecha de un cáncer de ojo, como lo son:
Dentro de los tratamientos empleados para el cáncer de ojo se encuentran:
Es el uso de rayos de alta potencia, como los rayos X, para suprimir las células cancerosas. Se aplica ubicando pequeños puntos de radiación cerca del tumor. También se realiza con un rayo o haz externo al ojo.
En este tratamiento se emplean rayos de luz para aumentar la temperatura y suprimir las células cancerosas. Puede usarse para tratar melanomas. En ocasiones se combina con la radiación.
Existen varios tipos de cirugía, se selecciona de acuerdo al tamaño y tipo de cáncer ocular. Es posible que se requiera extirpar el globo ocular y los tejidos adyacentes, dependiendo del tamaño del tumor.
Consiste en la inyección de medicamentos en todo el cuerpo por vía intravenosa o en el ojo. Se puede usar para tratamiento de linfoma. Este procedimiento podría extenderse a varios meses.
Se hace uso de medicamentos que ayudan al sistema inmunológico del cuerpo. Atacan principalmente a las células cancerosas.
El cáncer de ojo no puede prevenirse. Sin embargo, es posible reducir las probabilidades de desarrollarlo mediante una protección adecuada contra los rayos UV, controlar los niveles de azúcar en la sangre para prevenir un aumento repentino y cuidando constantemente la salud, en el caso de las personas con un sistema inmunológico débil.