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Existen tantos padecimientos de la vista y defectos refractivos que no resulta extraño que puedan aparecer varios al mismo tiempo. Esto debido principalmente a que muchos problemas son congénitos y prácticamente inevitables para personas con antecedentes familiares o con edad avanzada. Es por ello que una de las principales preguntas que se buscan en línea si la miopía y la presbicia pueden aparecer juntas y qué se puede hacer en estos casos.
Con respecto a la pregunta inicial, la respuesta es sí, sí pueden aparecer juntas ambos padecimientos y de hecho es bastante común, aunque también es común que estos se presenten por separado en diversas etapas de la vida.
Estas enfermedades suelen aparecer juntas a edades más avanzadas, pues la presbicia, también conocida como vista cansada, se trata de un trastorno que comienza generalmente a desarrollarse después de los 45 años, y que es un común denominador para las personas arriba de los 65 años.
Por otro lado, la miopía es un padecimiento bastante común que se presenta por causas congénitas desde temprana edad si la persona es susceptible a esta condición. Hablamos de que puede presentarse desde la niñez, aunque lo más común es que se desarrolle sobre todo en los adultos jóvenes.
Esto quiere decir que si una persona sufre miopía, es muy seguro que al llegar a una edad más avanzada esta se junte con la presbicia o vista cansada.
La miopía impide enfocar objetos lejanos porque el defecto de refracción conlleva que las imágenes se formen delante de la retina. Esto ocurre cuando hay una distancia muy larga entre la córnea y la retina.
Por su parte, la presbicia o vista cansada es la dificultad de enfocar objetos que tenemos cerca. Esta patología aparece cuando se produce un problema de acomodación del cristalino.
Además, cabe resaltar que la miopía aparece en edad tempranas y se estabiliza a partir de los 20 años. Mientras que la presbicia surge a partir de los 40-45 años. Ambas patologías son para toda la vida, salvo que se realice un tratamiento quirúrgico que consiga corregir el defecto de refracción y eliminar la presbicia.
Para el caso de la miopía, esta se presenta de forma congénita, lo cual es inevitable y únicamente se puede recurrir al uso de anteojos, lentes de contacto o cirugía láser para remediar el padecimiento.
Por otro lado, la presbicia es una padecimiento natural del envejecimiento del ojo, lo cual de igual forma es inevitable, pues se trata de un proceso del cuerpo humano.
La presbicia se trata de un padecimiento que genera la pérdida gradual de la capacidad de los ojos para enfocar objetos cercanos, lo cual genera problemas para leer, así como fatiga visual, sobre todo en condiciones de poca luz. La presbicia es un padecimiento común y natural por el envejecimiento del cuerpo humano y empieza a presentarse entre los 40 y 45 años de edad, progresando hasta alrededor de los 65 años.
Uno de los signos más comunes de la presbicia es el tener que alejar celulares, libros o cualquier otro texto para poder enfocar y leer de forma nítida.
Este padecimiento se detecta de forma sencilla y no suele representar problemas graves, pues se soluciona con el uso de lentes de lectura, lentes con graduación fija o con lentes de contacto.
La presbicia es un padecimiento de la vista que se presenta de forma gradual con el envejecimiento natural del cuerpo humano. Resulta común que a partir de los 40 años se presenten síntomas de la también llamada “vista cansada”, como lo pueden ser:
Estos síntomas suelen agudizarse si la persona se encuentra cansada, somnolienta o en lugares con poca iluminación.
Este procedimiento consiste en reemplazar el cristalino del ojo que ha crecido o perdido su elasticidad por un lente intraocular que es capaz de enfocar en todos los rangos de distancia, solucionando el problema de forma permanente en la mayoría de los casos y haciendo que ya no sea necesario el uso de anteojos u otros dispositivos externos.
Entre las ventajas de este procedimiento se encuentran:
Esta técnica que consiste en una operación por láser se aplica generalmente en pacientes que ya utilizan lentes para corregir su vista y que adicionalmente sufren de miopía, hipermetropía o astigmatismo y que, a consecuencia de estos padecimientos, comenzaron a desarrollar la presbicia o vista cansada.
El procedimiento de esta intervención quirúrgica dependerá sobre todo de la técnica que se utilice para remediar el padecimiento de la vista cansada, sin embargo, lo que puedes esperar es lo siguiente:
La miopía es un defecto de refracción de la vista. Este se presenta cuando el ojo es más largo de lo normal y la imagen se forma por delante de la retina. Esto causa una mala visión de lejos, mientras que los objetos cercanos sí pueden verse con claridad.
El defecto de la vista se genera en el cristalino o la córnea, cuando una curvatura excesiva provoca que las imágenes de los objetos se formen un poco antes de llegar a la retina y no sobre la retina (como debería de ser).
Hoy en día existen distintas técnicas en la operación láser de miopía según el número de dioptrías que presente el paciente. Para el caso de miopías bajas y moderadas se emplean técnicas de ablación corneal con láser excimer que elimina tejido corneal con intención de aplanar la córnea. Esto minimiza su curvatura disminuyendo el número de dioptrías del ojo.
Las técnicas quirúrgicas en las que se emplea el láser excimer con una finalidad refractiva son la PRK y el LASIK.