Un espasmo palpebral, también conocido como mioquimia palpebral, es un movimiento involuntario del párpado (una fasciculación ocular) que casi todas las personas adultas han presentado al menos alguna vez en la vida. Dicha contracción involuntaria del párpado suele darse con mayor asiduidad en el párpado inferior (aunque también aparece en el superior) y puede presentarse en uno o ambos ojos a la vez. Además, no suele suponer la atrofia ni debilidad de los músculos afectados.
También existe el blefaroespasmo, que es el cierre involuntario de los párpados. Sucede por contracciones involuntarias del músculo orbicular (el músculo encargado de cerrar los párpados). Es una de las distonías (movimientos anormales) que afectan a cabeza y cuello más frecuentes.
El blefaroespasmo esencial o primario es bilateral y puede estar acompañado de movimientos involuntarios de cuello, cabeza o boca, que solo desaparecen mientras el paciente está durmiendo. Suele ser un proceso que avanza de forma gradual, aumentando lentamente de intensidad y frecuencia.
Los factores más comunes que pueden causar que el músculo del párpado se contraiga son la fatiga, el estrés, la cafeína y un consumo excesivo de alcohol. Con poca frecuencia, pueden ser el efecto secundario de medicamentos utilizados para dolores de cabeza por migraña. Una vez que empiezan los espasmos, pueden continuar de manera intermitente por algunos días. Luego, desaparecen. La mayoría de las personas experimenta este tipo de espasmo del párpado ocasionalmente y lo encuentra muy molesto. En la mayoría de los casos, usted ni siquiera nota cuando la contracción se ha detenido.
Estos espasmos pueden producirse sin ninguna causa identificable, y como rara vez son indicio de algún problema grave, la causa no se suele investigar.
No obstante, los siguientes problemas podrían causar (o incluso empeorar) el espasmo del párpado:
Si los espasmos se vuelven crónicos, quizás tengas lo que se conoce como “blefaroespasmo esencial benigno”, que es el nombre dado al movimiento crónico e incontrolable del párpado.
Esta afección suele afectar a ambos ojos y, si bien se desconoce su causa exacta, lo siguiente podría empeorar los espasmos:
Existen diversos tipos de espasmos de párpado, como:
El blefaroespasmo esencial se produce cuando uno o ambos párpados se cierran involuntariamente. Esto puede durar desde algunos segundos hasta algunas horas. Cuando comienza, es posible que parpadee, haga un guiño o contraiga la cara. En las etapas avanzadas, puede que los párpados se cierren con tanta firmeza que le impidan ver. Estos espasmos también pueden afectar otros músculos de la cara. Es posible que le sea difícil subir escaleras, conducir un coche, ir al trabajo o hacer otras actividades.
Los médicos saben que el blefaroespasmo se produce por un impulso nervioso, pero no están seguros de por qué sucede.
El espasmo hemifacial se produce cuando los músculos de un lado de la cara se contraen (tensan). Estos espasmos pueden comenzar cerca del ojo y afectar otras partes de la cara. En casos avanzados, los espasmos hemifaciales pueden durar de varios días a algunos meses.
Los espasmos hemifaciales parecen manifestarse cuando un vaso sanguíneo ejerce presión sobre un nervio facial.
Los síntomas principales del blefaroespasmo son un parpadeo incontrolable en el inicio, el cierre involuntario de los ojos e incluso la disminución de visión en casos graves por la incapacidad de abrir los ojos, sensibilidad a la luz (fotofobia) y sequedad ocular. Empiezan con la presencia de los síntomas eventualmente, pero la patología avanza de forma gradual tanto en frecuencia como en intensidad.
Los pacientes pueden presentar dificultades para realizar actividades cotidianas de la vida diaria ya que los síntomas aparecen de forma repentina y en cualquier momento.
Los espasmos del párpado rara vez son lo suficientemente peligrosos como para requerir tratamiento médico de emergencia. Sin embargo, los espasmos crónicos del párpado pueden ser síntoma de un trastorno más grave del cerebro o del sistema nervioso.
Considera acudir al médico si tienes espasmos crónicos del párpado y también alguno de los siguientes síntomas:
El tratamiento consiste en la protección ocular con gafas con filtros específicos, gotas lubricantes y aplicación de toxina botulínica (sustancia inyectada en los músculos afectados para relajarlos temporalmente, evitando que se contraigan). El efecto de las inyecciones es temporal y típicamente dura unos meses, por lo que es necesario repetir el tratamiento para mantener el efecto.
Aunque su eficacia es muy alta, en los casos más agresivos se puede recurrir a una cirugía en la que se extrae una parte del músculo orbicular y musculatura depresora, evitando que siga cerrándose de forma involuntaria. Tras la cirugía, en ocasiones es necesario realizar de nuevo infiltraciones de toxina botulínica.
Cuando las señales de cansancio y frustración desaparecen, por lo general, los temblores se mitigan o suelen remitir por sí mismos. Por lo tanto, la mejor forma de evitar esta situación, que no es peligrosa pero sí molesta, es intentar controlar y manejar las situaciones de estrés y ansiedad con técnicas como tratar de evitar situaciones frustrantes: controla la ansiedad, practica yoga o algún tipo de deporte y descansa unas ocho horas.
Pese a tratarse de un situación muy frecuente y casi siempre pasajera, deberías acudir a un especialista si duran más de una semana o en algún momento notas que el párpado se queda totalmente cerrado. También si te cuesta abrirlo o notas algún tipo de inflamación, secreción o enrojecimiento.