Mucho se ha hablado en los últimos años sobre los problemas que genera el desgaste laboral, ya sea desde el famoso burnout, el estrés o las consecuencias físicas del sedentarismo para los profesionistas que pasan largas jornadas de trabajo sentados y frente a pantallas y en ambiente poco iluminados que pueden forzar la vista a un sobreesfuerzo.
Es precisamente esto último lo que supone un riesgo para nuestra salud visual, pues el excesivo uso de pantallas y el esfuerzo de la vista en ambientes oscuros o poco apropiados, además de otros desgastes y factores adversos de salud como la diabetes o hipertensión, pueden provocar problemas en la calidad de nuestra visión.
Por ello, cuidad de tu vista en la oficina es una de las cosas más prioritarias si tú como millones de personas trabajas frente a la computadora o todo tipo de pantallas por jornadas continuas de hasta 8 horas o más.
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Pasar tiempos prolongados mirando las pantallas está comprobado que afecta la visión. Estos problemas como la miopía, hipermetropía o astigmatismo no solo se desarrollan por factores genéticos, sino también por el ambiente en el que pasamos y el sobre esfuerzo que realizan nuestros ojos con las nuevas formas de vida. Hablamos de la sobre exposición a la luz artificial de las bombillas, leds, celulares y todo tipo de pantallas.
Es pasar mucho tiempo en interiores sin luz natural y con campos de visión muy cercanos va atrofiando nuestra visión que debe estar equilibrada y acostumbrada tanto a la poca luz como a la luz solar y la visión a grandes distancias.
El astigmatismo se trata de un padecimiento de la vista provocado por una curvatura irregular en la córnea o el cristalino del ojo, lo cual impide que la visión pueda enfocarse, provocando que la persona perciba imágenes borrosas de lejos o de cerca.
Esta condición ocurre cuando la superficie frontal del ojo (córnea) o el cristalino en el interior del ojo tienen curvas dispares que no permiten la correcta formación de las imágenes.
Si la córnea o el cristalino tienen forma ovalada o de huevo con dos curvas dispares, los rayos de luz no se desvían de manera uniforme, por lo que se forman dos imágenes diferentes que se superponen o combinan. Es por ello que se produce una visión borrosa. A esto también se le conoce como un error de refracción.
En condiciones normales, la córnea y el cristalino tienen una superficie lisa que se curva de manera uniforme en todas las direcciones del ojo, lo que permite enfocar los rayos de luz de forma nítida sobre la retina. Si la córnea o el cristalino no están lisos o no tienen una curvatura uniforme, los rayos de luz no se refractan (doblan) creando una imágen borrosa o doble.
La hipermetropía se trata de un problema de la vista provocado por un ojo más pequeño de lo normal o por debilidad en la retina y la córnea para enfocar, lo que provoca que las imágenes se formen detrás de la retina y no directamente sobre esta (como debería ser normalmente).
Esta condición provoca que las cosas cercanas se perciban borrosas o dobles, mientras que objetos o formas a la distancia se pueden percibir de forma nítida. Por ello, es común que los pacientes con hipermetropía puedan leer con facilidad señales en la calle a distancia pero que tengan problemas para leer un libro o distinguir algo frente a sus ojos.
La miopía es un defecto de refracción de la vista. Este se presenta cuando el ojo es más largo de lo normal y la imagen se forma por delante de la retina. Esto causa una mala visión de lejos, mientras que los objetos cercanos sí pueden verse con claridad.
El defecto de la vista se genera en el cristalino o la córnea, cuando una curvatura excesiva provoca que las imágenes de los objetos se formen un poco antes de llegar a la retina y no sobre la retina (como debería de ser).