

Sequedad ocular: causas, tratamientos y consejos
La sequedad ocular, también conocida como síndrome de ojo seco, es una condición común en la que los ojos no producen suficientes lágrimas o estas no tienen la calidad adecuada para mantener la superficie ocular lubricada. Puede aparecer por múltiples causas y afectar la visión, la comodidad y la salud ocular. Aunque suele ser manejable, ignorarla puede llevar a complicaciones más serias.
Sequedad ocular causas principales
La película lagrimal es una compleja estructura de tres capas: mucosa, acuosa y lipídica (grasa). Un desequilibrio en cualquiera de estas capas puede ser la causa del ojo seco. Las principales razones detrás de este desequilibrio incluyen:
- Factores Ambientales y Estilo de Vida: El uso prolongado de pantallas digitales (que reduce la frecuencia del parpadeo), la exposición al aire acondicionado, la calefacción, el viento o el humo.
- Edad: La producción de lágrimas disminuye naturalmente con el envejecimiento, siendo más prevalente a partir de los 50 años.
- Medicamentos: Ciertos fármacos como antihistamínicos, descongestionantes, antidepresivos, y algunos medicamentos para la presión arterial pueden disminuir la producción de lágrimas.
- Enfermedades Autoinmunes: Condiciones como el Síndrome de Sjögren, artritis reumatoide, lupus y diabetes están intrínsecamente ligadas a la sequedad ocular.
- Problemas en las Glándulas de Meibomio (Disfunción Meibomiana): Estas glándulas en los párpados son cruciales, ya que producen la capa grasa (lipídica) de la lágrima. Si están obstruidas o inflamadas, la lágrima se evapora demasiado rápido.
- Cirugía Ocular: Procedimientos como el LASIK pueden causar sequedad temporal o, en algunos casos, prolongada.
Tipos de ojo seco
Comprender el tipo de sequedad es esencial para el tratamiento efectivo:
- Ojo Seco por Deficiencia Acuosa (Aqueous Deficient): Es el tipo más común asociado a la edad o a enfermedades autoinmunes (como Sjögren). La glándula lagrimal principal no produce suficiente volumen de la capa acuosa de la lágrima.
- Ojo Seco Evaporativo (Evaporative): Es el tipo más frecuente en la práctica clínica. Ocurre cuando la capa lipídica (producida por las glándulas de Meibomio) es deficiente. Esto provoca que la lágrima restante se evapore rápidamente de la superficie ocular, sin importar que la producción acuosa sea normal.
Tratamientos para la sequedad ocular
El tratamiento depende de la causa y la severidad, pero suele combinar medidas médicas y cambios en el estilo de vida.
Tratamientos más utilizados:
- Lágrimas artificiales: alivian temporalmente la sensación de resequedad.
- Geles y ungüentos: ideales para uso nocturno en casos de sequedad severa.
- Compresas tibias: ayudan a desobstruir las glándulas de Meibomio y mejorar la calidad de la lágrima.
- Higiene palpebral: clave en casos de blefaritis u ojo seco evaporativo.
- Taponamiento lagrimal (punctal plugs): pequeños tapones que ayudan a conservar la lágrima natural.
- Ciclosporina u otros antiinflamatorios tópicos: cuando existe inflamación crónica.
- Lentes de contacto especiales (esclerales): protegen la superficie ocular en casos moderados a severos.
- Dispositivos de calor y luz pulsada: usados en clínica para mejorar el funcionamiento de las glándulas de Meibomio.
En muchos casos, el tratamiento es continuo y se ajusta según la respuesta del paciente.
¿Cuáles son las mejores gotas para ojo seco?
La mejor lágrima artificial es la que se adapta a la causa específica de la sequedad. No existe una única “mejor” opción; la elección depende del diagnóstico:
- Para Deficiencia Acuosa: Gotas con ácido hialurónico o carboximetilcelulosa de alta viscosidad, que prolongan la permanencia de la humedad.
- Para Ojo Seco Evaporativo: Fórmulas con lípidos (como el aceite mineral) o emulsiones lipídicas que refuerzan la capa grasa y previenen la evaporación.
- Importante: Se deben priorizar las lágrimas sin conservantes (generalmente en envases monodosis), especialmente si se usan varias veces al día, ya que los conservantes pueden irritar aún más un ojo sensible.
Vitaminas para los ojos seco recomendadas
Aunque no son un tratamiento de primera línea, ciertos suplementos dietéticos pueden ayudar a mejorar la calidad de la lágrima, especialmente en el ojo seco evaporativo:
- Ácidos Grasos Omega-3: Específicamente el EPA y DHA (presentes en el aceite de pescado y linaza). Múltiples estudios sugieren que el Omega-3 puede reducir la inflamación ocular y mejorar la función de las glándulas de Meibomio.
- Vitamina A: Es esencial para la salud de la superficie ocular (conjuntiva y córnea). Una deficiencia severa de esta vitamina puede causar una forma grave de sequedad.
- Vitamina D: Su deficiencia se ha relacionado con una mayor prevalencia del ojo seco, por lo que su suplementación puede ser beneficiosa en casos específicos.
¿Cuáles son las consecuencias del ojo seco?
Si la sequedad no se maneja adecuadamente, puede llevar a complicaciones graves:
- Daño Superficial (Queratopatía): La falta de lubricación causa fricción y daño en las células de la córnea y la conjuntiva, lo que puede provocar dolor, enrojecimiento y visión borrosa fluctuante.
- Úlceras y Cicatrices: En casos severos, el daño superficial puede evolucionar a úlceras corneales. Estas son heridas abiertas que aumentan el riesgo de infecciones y pueden dejar cicatrices permanentes, afectando seriamente la visión.
- Disminución de la Calidad de Vida: Los síntomas constantes (sensación de cuerpo extraño, ardor, fotofobia) dificultan tareas cotidianas como leer, conducir de noche o trabajar frente a una computadora.